Un torno era girado para aplastar el cráneo.
Un utensilio en el cual introducían tu cabeza y mediante un rodamiento te apretaban la cabeza por arriba , mientras que por abajo estaba el tope con tu barbilla.
Los dientes estallaban o se iban clavando en los huesos de la mandíbulas, los ojos se salían de sus cuencas debido a la presión cuando el cráneo se rompía y finalmente podía incluso salirse el cerebro por los oídos.
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