Asquerosa sensación de que todo se va a la mierda por tu culpa. Ya no hay vuelta atrás. El daño está echo. Tarde, la princesa a muerto...
Mirarás en el chat si te contestó a aquél último mensaje de las ocho y ventitrés, pero seguirá sin contestar. Tu cabeza dará vueltas sobre el mismo pensamiento millones de veces, y la conclusión siempre será que tú tienes la culpa de todo lo que ha pasado, que por bocazas la has pifiado bien pifiada, y que probablemente puedas perder a una persona que verdaderamente amas.
Las culpas sentidas dejan de ser culpas y se convierten en incidentes sin importancia. Me encanta la palabra "PROBABLEMENTE".
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